miércoles, 28 de julio de 2010

Bullying en Chile ¿Qué es? ¿Por qué se produce?




INTRODUCCIÓN

Durante el último tiempo ha salido a la luz pública una serie de casos relacionados con el bullying o matonaje escolar en nuestro país. Este fenómeno es poco reconocido en nuestro medio, por lo cual es importante revisarlo debido a las repercusiones en salud que pueden tener los protagonistas de estos hechos, y además para contribuir con estrategias de prevención al respecto.


Definición y características:
Desde la década de los setenta en los países escandinavos se empezó a hablar de este tema. Olweus, en 1983 definió este tipo de violencia como "conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro, al que escoge como víctima de repetidos ataques".
Es importante destacar que esta situación se da dentro de una relación asimétrica entre la víctima y el agresor, y el carácter repetitivo que presenta en el tiempo. (1)
Existen diferentes tipos de bullying, está la forma directa, dentro de las cuales destaca la física (patadas, golpes, etc.), la verbal (sobrenombres, bromas, etc.) y la psicológica (generalmente acciones que apuntan a disminuir la autoestima). (1, 2)
Existe además, una forma indirecta de bullying, relacionada con el aislamiento social. Esta última forma se da principalmente en el sexo femenino. Los hombres generalmente utilizan la violencia directa, específicamente la física. (1,2)
Diversos estudios han demostrado diferentes prevalencias de este fenómeno, variando entre un 8% hasta un 40% según las características del grupo de escolares estudiados. Dentro de las formas de bullying que más utilizan los escolares a nivel mundial son los sobrenombres y el esparcir rumores sobre un determinado compañero. (3, 4, 5, 6)


Realidad nacional:
En Chile existen pocos estudios sobre este tema. En el año 2003, la Encuesta CONACE por primera vez incluyó 10 preguntas para evaluar conductas agresivas y victimización entre escolares de octavo básico hasta cuarto medio de todo el país. Estas preguntas fueron repetidas en la versión de la misma encuesta del año 2005. (7)
Dentro de los principales resultados de la encuesta CONACE 2003 (7), se observó que la principal forma de agresión es que un grupo de compañeros moleste a otro compañero que está solo. Los hombres participan preferentemente en agresiones de tipo directo (54% versus 34% en las mujeres).
El 24% de los alumnos participan como agresores en algún tipo de violencia, por lo menos una vez al año.
En la categoría de victimización, se observó que el 49% de los escolares han sido víctimas de robo en sus colegios, incluso un 16% de ellos han sido víctimas en más de 3 oportunidades en el último año. (7)
Otra forma de victimización, es haber sido molestado por un grupo de compañeros. Del total de estudiantes, un 8% es víctima constante de agresión. Estas tendencias, tanto para las conductas agresivas como para la victimización, fueron muy similares el año 2005, incluso con mayor frecuencia. (7). Los datos muestran además, que muchos de nuestros escolares participan como agresores y víctimas al mismo tiempo, fenómeno diferente a la delincuencia juvenil. (8) Cabe destacar que la encuesta CONACE es un autoreporte, lo cual podría tener algunos sesgos en los datos obtenidos.
Un estudio de UNICEF en el año 2004 (9), muestra que la discriminación en la escuela (ser rechazado, mirado en menos, excluido, ridiculizado, etc.), está presente en el 31% de los alumnos (jóvenes entre 12 y 18 años). De éstos, se sienten más discriminados los hombres en general y, los niños de ambos sexos entre los 12 y 13 años.
Un 85% de los alumnos, que se sienten discriminados, dice que quienes los rechazan son sus propios compañeros. Quienes sufren más de las bromas y descalificaciones son los que tienen un problema o defecto físico, los que poseen rasgos indígenas, a los que les va mal en el colegio, los que piensan diferente de la mayoría y los que vienen de otros países (10).


¿Por qué se genera la violencia entre los escolares?
A pesar de no haber demasiados estudios al respecto, un estudio cualitativo realizado en 64 estudiantes de enseñanza media en Chile, a través de la metodología del Ground Theory, obtuvo que el sentido de la violencia entre los jóvenes respondía a la obtención de valor, status o respeto por parte de sus pares. (11)
La violencia era utilizada como defensa de uno mismo, de otros o de un territorio o también como un modo de resolver los conflictos. Otros alumnos hacían referencia a la violencia como catarsis (como una forma de desprenderse de un elemento negativo que los estaba afectando psicológicamente), o simplemente para hacer daño, entretenerse o incluso como una forma de reivindicación social. (11)


Cada día salen a la luz nuevos datos científicos que ponen en evidencia la necesidad de no subestimar las consecuencias a corto y largo plazo del ‘bullying’. La última de ellas es fruto de una investigación con 6.437 estudiantes ingleses que demuestra que los niños que han sufrido acoso escolar tienen más posibilidades de sufrir alucinaciones auditivas o visuales, delirios o ideación paranoide en la adolescencia.

Estos signos psicóticos, similares a los que padecen las personas con esquizofrenia son, frecuentes durante la adolescencia y la edad adulta. Pero no siempre, inocuos. La literatura científica ha constatado que los menores que los experimentan tienen más riesgo de padecer esquizofrenia en la edad adulta.

De hecho, la misma revista que publica la nueva investigación, ‘Archives of General Psychiatry’, daba a conocer recientemente un trabajo que demostraba que el 14% de los niños de 11 años que al menos ha experimentado de forma severa un síntoma psicótico tiene cinco veces más posibilidades de desarrollar la patología que sus congéneres libres de alucinaciones o delirios.

Andrea Schreier, del Instituto de Investigación de Ciencias de la Salud en la Escuela Warwick (Reino Unido), es la autora principal del ensayo en el que se ha evaluado el estado, a los 12 años, de los participantes del Estudio Longitud Avon de Padres e Hijos nacidos en Bristol. Los científicos analizaron la existencia o no de síntomas psicóticos en los más de 6.000 alumnos. Asimismo, y gracias al seguimiento de los menores, pudieron indagar si a los 8 y a los 10 años habían sido víctimas de acoso escolar.

Los datos revelan que hasta un 46% de los participantes fue clasificado como víctima de ‘bullying’ a los ocho y 10 años frente al 53% que no sufrió este tipo de mal trato. “En los años de seguimiento se pudo constatar que un 13% experimentó los síntomas psicóticos de forma severa, de tal forma que se sospechó que alguno de ellos era definitivo, mientras que el 11% los acusó de forma intermedia, es decir presente sólo en ciertas ocasiones como cuando se va a la cama a dormir o en el caso de haber consumido alguna sustancia química. Finalmente, un 5% los padeció de forma muy esporádica”, reza la investigación.

Los autores constatan que aquéllos que han sido víctimas de acoso escolar tenían cerca del doble de posibilidades de sufrir alucinaciones o delirios que los que han convivido en la escuela sin ninguna incidencia con sus compañeros. Determinan, además, que cuanto más grave y crónico es el maltrato más probabilidades existen de que el menor experimente dichos síntomas psicóticos. Y todo sin que influyen en estos datos otras variables como es el que los pequeños sufran una patología mental o hayan experimentado alguna tragedia en la familia.

Estrés crónico

Los científicos interpretan que “existe un gran abanico de mecanismos que pueden explicar la asociación entre la vivencia de hechos traumáticos, como el acoso escolar y el padecimiento de alucinaciones, delirios o ideas paranoides. Por ejemplo, que el estrés crónico secundario al abuso escolar actúe sobre la predisposición genética a la esquizofrenia de un menor y agudice los síntomas psicóticos”, señalan los investigadores.

Queda claro, según ellos, “que el ‘bullying’ crónico y severo no es un tema trivial, sino que tiene graves consecuencias a largo plazo… Los médicos deberían valorar la importancia que adquieren las experiencias interpersonales con respecto a la psicosis, estar suficientemente formado para afrontarlas, además de que de forma rutinaria los servios de salud pregunten a sus usuarios si sufren o no alucinaciones”.

Pero más importante aún es que los expertos traten el estrés asociado a la victimización por acoso escolar en aras de prevenir problemas posteriores. También se hace necesario el desarrollo de programas preventivos destinados a detectar y tratar precozmente los problemas mentales comunes y la psicosis de niños y adolescentes.


REFERENCIAS
(1) Rodríguez Piedra, A. Seoane Lago, J.L. Pedreira Massab. Niños contra niños. An Pediatr (Barc) 2006; 64(2):162-6
(2) Ministerio de Educación Chile, "CONTACTOS" N°16, Noviembre, 2006.
(3) Nansel, T.R., Overpeck, M., Pilla, R.S., et al. Bullying behaviors among U.S. youth: Prevalence and association with psychosocial adjustment. Journal of the American Medical Association, 2001, 285(16), 2094-2100.
(4) Ian Janssen, Wendy M. Craig, William F. Boyce and William Pickett. "Associations between overweight and obesity with bullying behaviors in school-aged children" Pediatrics 2004; 113; 1187-1194
(5) Young Shin Kim, Yun-Joo Koh and Bennett Leventhal. School Bullying and Suicidal Risk in Korean Middle School Students Pediatrics 2005; 115: 357-363
(6) Kuntsche E, Pickett W, Overpeck M, Craig W, Boyce W, de Matos MG. Television viewing and forms of bullying among adolescents from eight countries. J Adolesc Health. 2006; 39: 908-15
(7) www.conacedrogas.cl
(8) Fundación Paz Ciudadana e Instituto de Sociología Pontificia Universidad Católica. Primer Simposio Nacional de Investigación sobre Violencia y Delincuencia, 2004
(9) UNICEF, Informe anual actividades, 2004. www.unicef.cl
(10) Ministerio de Educación, "Campaña No al Bullying", Revista Educación, Edición 324, 2006. pág 47-49
(11) García M. Madriaza P. Sentido y Sinsentido de la Violencia Escolar: Análisis Cualitativo del Discurso de Estudiantes Chilenos. Psykhe, mayo 2005, vol.14, no.1, p.165-180.

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